Todas las secretarias van al cielo...

 

 

Cierto día Dios sospechó que una secretaria había ido al Infierno porque se veía todo muy arregladito y había flores en los jarrones de la oficina donde el Diablo atendía... y café recién hecho en la cafetera...

 

Se apersonó Dios entonces en el Infierno a reclamar, porque estaba escrito que todas las secretarías irían al Cielo.

 

- Me robaste una secretaria, dijo Dios, devuélvela enseguida...

 

- No, dijo el Diablo, está todo más ordenado desde que ella está, no te la devolveré…

 

- ¡Devuélvela!, insistió Dios, ¡o te demandaré!

 

- ¿Ah sí?, contestó el Diablo con sorna, ¿y con qué abogado?

 

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Este diálogo irreal nos permite sonreir un poco, pero lo que es bien cierto es que secretarias y abogados, remisseros y carniceras, maestras y escribanos, informáticos y profesoras, todos y todas pueden ir al cielo si ...

 

... buscan y  aman a Dios y lo hacen el CENTRO de su vida, viviendo de manera aparentemente común y corriente

 

Los miembros de los institutos seculares de la iglesia católica están en esta línea. Profesan los votos de pobreza evangélica, obediencia dialogada y castidad perfecta para dedicarse más plenamente al servicio a Dios y al prójimo.

 

De esta manera, libres frente al poder y la prepotencia, al afán de lucro desmedido y al vínculo indisoluble con el otro sexo, sin abandonar sus familias, se consagran a Dios y por medio del ejercicio de su oficio, profesión o voluntariado, se santifican y atraen así la bendición sobre su entorno.

 

Pero no termina ahí la cosa. De esta manera promueven y logran un cambio profundo y auténtico en los ambientes donde se mueven y por ende en toda la sociedad, transformando las realidades terrestres para que las mismas contribuyan con el Proyecto de Amor de Dios para todos los seres humanos.

 

¿Te lo planteaste como una opción de vida para vos?